Foodtopia
Change the foodture
Foodtopía avanza con su Proyect 2020 de cocina-comedor por Murcia y área metropolitana, tras ir conquistando clientes con su propuesta de menú de platos equilibrados por 4 euros y de baja huella ecológica. Desde este mes contará con cinco establecimientos, tras la próxima apertura de tiendas-comedor junto al Hospital Morales Meseguer y en Las Torres de Cotillas, además de haber solicitado al Ayuntamiento de Murcia la presencia en siete mercados de abastos del municipio.
Su oferta de alimentación sana a precios reducidos, entre 1 y tres euros por plato, es posible por ser un negocio innovador que vela por la sostenibilidad integral. Su oferta se basa en tres pilares, consistentes en cocinar con productos recolectados alrededor de las ciudades donde está presente, cocer los alimentos con tecnología novedosa, logrando reducir el consumo de energía y tiempo, y no malgastar comida.
El resultado de su filosofía de alimentación y negocio es una disminución de los efectos colaterales del 50%, la salud y bolsillo de la clientela salen ganando, además de velarse por las necesidades alimentarias de las futuras generaciones.
“Proponemos una economía local resiliente, para lo que usamos productos orgánicos de cultivo local y evitamos el desperdicio en origen. Nuestros guisos llevan proteína vegetal, al realizarse con legumbres, hortalizas y cereales. Para cambiar el mundo, hay que cambiar el sistema alimentario”, indica Jesús Pagán, director general de la empresa, que cada día vende una media de 1.850 platos diarios, que hace posible un equipo de 30 personas.
Alumnos y profesorado de la UMU, personal sanitario, personal que trabaja en el Polígono Oeste y por el Campus Universitario de Espinardo, entre otros, son clientes habituales de sus tiendas-comedor.
La andadura comenzó en 2015 con la apertura de su primera tienda-comedor en el Parque Científico, adscrito al Instituto de Fomento de la Región de Murcia. Después vendrían el establecimiento y la fábrica en el Polígono Oeste, donde está el centro de logística de abastecimiento de materias primas, y el posterior aterrizaje en el barrio de El Carmen. A ellos se suman ahora el establecimiento en Murcia, que está impulsado por una enfermera y cliente de la cadena alimenticia, así como la nueva tienda en Las Torres de Cotillas, a cargo de la Asociación Evangélica Nueva Vida del Segura.
SOCIOS DE PRIMERA
Foodtopía se enmarca dentro de la economía colaborativa, contando con cuatro pequeños inversores y socios-fundadores. Detrás están Norberto Navarro, fundador de Restoralia y de la red de restaurantes Tapelia, Premio Nacional de Hostelería 2007; Jesús Linares, matemático, y Leopoldo Torriti, con 34 años de experiencia en Unilever como Technological Manager, donde desarrollo de la ingeniería para la fabricación de “Cuatro salti in padella”.
Jesús Pagán es el cuarto socio, con más de 40 años de experiencia en el sector alimentario y en la innovación tecnológica, centrada en el desarrollo de aplicaciones de intercambio de calor y proceso industrial en los ámbitos de alimentación, química, farmacéutica y medioambiental, entre otros. Es el fundador de Aurum Process Tecnology, en donde permanece al frente en la actualidad, junto a Foodtopía, además de haber sido el creador de HRS Internacional, que albergó a HRS Spiritube, y de INCAPSA-Sacome, entre otras iniciativas empresariales.
MÁS QUE COMIDA SANA
Los socios de Foodtopía han puesto en marcha una cadena de establecimientos donde se defiende una sociedad nueva, más justa y equilibrada, con un compromiso con la responsabilidad social corporativa y la economía circular.
Aplicado en materia de alimentación, el compromiso comienza con la agricultura y uso de materiales ecológicos en las tiendas-comedores. El 70% de los productos cocinados y en fresco proceden de cultivos biológicos. Frente a la comida procesada, la cadena de comidas ofrece platos simbióticos, donde suma elementos probióticos y prebióticos, para mejorar el intestino, al que Jesús Pagán denomina como el segundo cerebro humano. También experimentan con la fermentación.
Las comidas para llevar se sirven en tarros de cristal. Cada día, a partir de las 13.30 horas, se asiste a un ritual en donde la clientela, incluidos padres con niños, llegan con sus tapers en una mochila o bolsa reusable e intercambia los frascos por otros con el menú adquirido. Estos envases sólo se pagan la primera vez que se va a la tienda, aunque está la opción de quedarte en la misma a comer. También es posible aportar tu propio recipiente de casa.
La empresa ha logrado expandir la cultura de reducir, reutilizar y reciclar con total normalidad. También pone en valor el cuidado del medioambiente, apostando por las energías renovables y la total eliminación del plástico de la vida diaria.