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Microgaia: "El desarrollo del sector biotecnológico ha situado el foco de interés en la Región"

Microgaia: "El desarrollo del sector biotecnológico ha situado el foco de interés en la Región"

"Los microoganismos nos ayudarán a adaptarnos a los retos que nos vienen. Y solo conocemos el 2% de los que viven en el suelo y en el agua", asegura el CEO de la firma biotecnológica, Cristóbal Sánchez

La transformación tecnológica será en el campo o no será, ya que los 'likes' de Instagram o los bitcoins no se comen. Con la investigación y los avances logrados por empresas de un creciente sector biotecnológico, estamos más cerca de afrontar retos como el cambio climático. Microgaia es una de las punteras que han situado el foco del interés internacional en la Región.

Ya en 2020, fue la segunda comunidad en crecimiento del gasto en I+D en Biotecnología, solo por detrás de Cantabria. El CEO de Microgaia, Cristóbal Sánchez, explica cómo ese universo microscópico que habita los suelos y el agua puede ayudarnos, no solo a ser más competitivos en el mercado, sino a sobrevivir.

¿Qué ha supuesto para la empresa crecer en el Parque Científico de Murcia?

Desde que nació la empresa en 2007 hemos estado tres años en el Centro Europeo de Empresas e Innovación de Murcia (CEEIM) y, el resto hasta la actualidad, en el Parque Científico (PC). Tengo claro que no hubiéramos tenido la misma proyección de no estar en el PC.

¿Qué ventajas ha apreciado de la estancia de la empresa en el Parque Científico?

Con respecto a otros que conocemos, adolece de algunas cosas, como de zonas con equipamientos comunes para que puedan ser utilizados por las empresas del mismo ramo, la gestión de residuos, servicio de paquetería, etc.

Pero tiene otras ventajas que lo hacen atractivo, por eso estamos aquí ya 10 años. La ubicación y el entorno de trabajo son ideales. El edificio es muy bonito, con un acceso muy cómodo. La gente trabaja muy a gusto porque es un espacio que invita al trabajo, a la colaboración y a establecer relaciones. Congrega a varias empresas del sector y facilita relaciones.

Tenemos un contacto estrecho tanto con la Comunidad Autónoma como con el INFO a nivel administrativo, y facilita mucho que fluya la información, que haya relaciones y contactos. Tenemos cerca centros de investigación como el Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura (CEBAS) y el Centro de Asistencia Técnica de la UMU, con lo cual facilita una diversidad de relaciones que lo hacen muy interesante.

El sector de la Biotecnología genera una inversión interna en la Región de más de 44 millones de euros, equivalente al 2% del total nacional, ¿detecta un aumento del interés inversor en el sector?

Es evidente. El crecimiento ha sido exponencial en los últimos 10 años. Cuando comenzamos, la Biotecnología y sobre todo la enfocada al ámbito agrícola no estaba muy presente ni en la Región ni en la Comunidad Valenciana. En la última década, ha cambiado. La producción agrícola se ha tecnificado enormemente en todo el Levante y ha hecho que muchas empresas auxiliares hayan desarrollado procesos biotecnológicos para nutrir esa demanda tecnológica.

Como ejemplo, está Microbioma -el mayor congreso internacional de microorganismos aplicados al agro-, en el que hemos participado este año con una ponencia técnica, y ha tenido una participación de más de 1.500 productores y empresas. Está organizado por empresas murcianas y tiene una capacidad de convocatoria internacional impresionante, y eso es debido al vivero biotecnológico que se está creando en la Región en los últimos 10 años.

¿Esas soluciones y herramientas tecnológicas están llegando también al pequeño agricultor de la Región?

El pequeño agricultor cada vez utiliza más herramientas. Todos, tanto el pequeño como el grande, están vinculados al gusto del consumidor, que demanda productos cada vez más saludables y menos agresivos con el medio ambiente y con los propios productores, con menos carga de productos de síntesis. En ese aspecto la tecnología agrícola ha dado un salto espectacular, sobre todo en la forma de cuidar la salud y la nutrición de los cultivos con productos basados en moléculas orgánicas y en organismos con propiedades beneficiosas, que ayudan a la fertilización y a la protección de cultivos, y que están siendo utilizados cada vez más tanto por los pequeños productores como por las grandes empresas.

Las empresas de la Región, tanto de fitosanitarios como de fertilizantes, están tomando ahora posiciones relevantes en todo el campo de la Biotecnología, algo que no había pasado antes. La mayoría de los productores que han dedicado esfuerzos a estas soluciones eran empresas pequeñas, como la nuestra, y cada vez más las

multinacionales han adquirido empresas o han tomado posiciones en ese ámbito. Es un sector atractivo para los agricultores y los grandes productores.

¿La mayoría del capital que está entrando a este sector tan especializado en más público o privado?

Capital privado sobre todo, que en buena medida tira de capital público, pues absorbe transferencia de centros públicos de investigación y de universidades. Básicamente, el grueso de la inversión en el desarrollo biotecnológico de la Región es privado, tanto de pymes como de grandes empresas.

¿Es positivo para el sector, ya que el capital público no deja de ser limitado, mientras que el interés privado es el que hace crecer un sector?

En nuestro caso, contamos con apoyo público, de programas de concurrencia competitiva tanto regionales, nacionales y europeos. Hemos financiado parte de nuestra I+D+i interno con capital público, de otras empresas y propio. El capital público es fundamental para dar impulso al sector, pero después el capital privado es el que ya es capaz de defender las inversiones en I+D iniciadas. Hay que tener en cuenta que las inversiones en Biotecnología con a bastante largo plazo. Hay desarrollos en los que hemos encadenado 8 años, y si no es una gran empresa con recursos, es difícil iniciarlo, al menos en las fases iniciales de la investigación, cuando el riesgo es bastante alto. Sin ayuda pública hubiera sido bastante difícil emprender este camino.

¿Está aumentando la apuesta del capital privado en el sector biotecnológico?

Sí, está aumentando. El capital privado tiene ahora beneficios fiscales y tratamiento fiscal de la I+D, que lo también hacen atractivo para empresas que no tienen un departamento propio de I+D y apuestan por financiarlo en pequeñas empresas. Hay asociaciones de inversión privada que cada vez más invierten en proyectos de innovación.

El capital privado está haciendo ahora el relevo de lo que hacía antes la financiación pública, cuya capacidad cada vez es menor.

Microgaia está especializado en soluciones integrales microbiológicas para el suelo y la planta, ¿cuál es el fuerte de la empresa dentro del sector?

Empezamos trabajando con un microorganismo determinado, que tiene capacidad de protección de cultivos y es antagonista de hongos que producen enfermedades en cultivos hortícolas y frutícolas. La cepa con la que empezamos a trabajar era una transferencia tecnológica del CEBAS-CSIC, microorganismos que tenían capacidades de ayuda a la nutrición, que fijan nitrógeno de la atmósfera y, por tanto, la planta tiene mayor disponibilidad de nitrógeno. También solubilizan fósforo inorgánico y otros nutrientes, como potasio.

Estos microorganismos, siendo antagonistas o parásitos de otros hongos o bacterias que generan enfermedades en plantas, nos permiten seleccionar requisitos manejables de fácil crecimiento y estabilidad para poder formular un producto que luego puedes aplicar en el campo para ayudar en el proceso de cultivo y la fertilización.

Se nos abrieron varias líneas de trabajo paralelo para aumentar la eficacia de los microorganismos. Una de esas líneas de investigación que desarrollamos ahora con más fuerza es la detección temprana de microorganismos que pueden producir enfermedades, con el fin de anticiparnos y utilizar medios mucho menos agresivos y eficaces, pues puedes seleccionar a tiempo la materia activa y ajustar la dosis de aplicación. Estas herramientas están basadas en técnicas moleculares.

Tenemos un servicio de diagnóstico fitopatológico a terceros para empresas agrícolas, empresas de semillas, de estudio de fitosanitarios, de laboratorios, es decir, para un amplio abanico de la cadena de producción.  

El potente sector agroalimentario murciano ha alcanzado un considerable prestigio internacional, ¿también lo está logrando el sector biotecnológico de la Región?

Creo que sí. Poco a poco, al igual que la producción agrícola está muy bien considerada en Europa, lo habitual es que empresas de otras áreas empiezan a fijarse en cuál es la clave del éxito y qué tecnologías emplean. Igual que antes en España seguíamos los casos de éxito externos, ahora estamos nosotros en el foco. Hay mucho interés en lo que hacemos en Levante, tanto por parte de empresa de fuera como de empresas extranjeras que llegan a invertir y trabajar aquí.

¿Con esa proyección del sector tecnológico, está aumentando la capacidad de la Región para retener el talento, que es una de las preocupaciones de las empresas?

Sí. El trabajo generado en la Región ha producido un efecto 'llamada'. Hay profesionales altamente cualificados que encajan aquí perfectamente. Hay movilidad hacia el sector en esta Región. Nos llegan curriculum vitae de todas partes de España y de bastantes personas que trabajan fuera y quieren volver. También de otras nacionalidades.

El tipo de talento que se busca en estos sectores es gente dinámica, inquieta, con muchas ganas de trabajar, con mucha curiosidad, y es normal que venga y al poco tiempo encuentre otro reto que le resulte atractivo, por su tipo de personalidad también.

Nosotros no tenemos unos sueldos apretados ni unas condiciones de trabajo demasiado exigentes, estamos en un entorno bastante agradable, tenemos un trabajo nada aburrido ni monótono. Es un sector bastante especializado y, por eso, pequeño, así que es normal que haya movilidad laboral. Los que trabajamos en Microgaia llevamos muchos años juntos.

¿Cuál ha sido el principal avance en Biotecnología en los últimos años?

Es un poco todo. Ha sido una evolución en muchos factores. Un cambio legislativo, en las administraciones, en las preferencias del consumidor, en la búsqueda de otras formas de competitividad.

La agricultura ha evolucionado. En la revolución verde de los años setenta del siglo pasado se establecieron todas las bases para optimizar la producción en cuanto a fertilizantes, fitosanitarios, uso de agua y otros insumos, prácticas agronómicas.

Era difícil ser más competitivo porque las técnicas agrícolas ya estaban desarrolladas. El paso disruptivo ha sido cambiar el modo de hacer las cosas para entrar en una valoración del producto final. Hasta hace poco, los costes de producción incluían rigurosamente lo que se gasta en producir, sin pensar en contabilizar el coste ambiental, social, humano. No se valoraba. Ahora ese paradigma ha cambiado por las directivas europeas, nacionales y regionales, por el consumidor final y por la propia competitividad, que ahora permite incluir factores como el cuidado del medio ambiente, la salud de los trabajadores, los salarios sociales.

Como los precios finales de venta son parecidos, hay muchos consumidores que empiezan a distinguir entre productos basados en factores que antes no se tenían en cuenta. Es el cambio de paradigma.

¿Y el reto de la empresa en el futuro próximo?

Hacer rentable la sostenibilidad, porque genera picos de sierra. Avanzar para que el coste de las tecnologías se reduzca a la mitad. Seguir avanzando en el conocimiento y perseverar en líneas que vayan acordes a la identidad de la empresa.

¿Cómo se logrará democratizar y extender la tecnología para alcanzar un amplio grado de sostenibilidad?

Extendiendo su uso. Cuanto más se usen las tecnologías, se harán más atractivas para que más empresas investiguen y apuesten por este tipo de desarrollos. Las técnicas que utilizamos nosotros actualmente para detectar patógenos en el campo eran impensables hace 10 años. Solo se usaban en el sector biomédico y la clínica humana, porque los precios son mayores que en el sector agrícola.

Al aumentar la oferta y la demanda de cierto equipamiento, los precios bajan, no solamente porque se venda más, sino porque los procesos tecnológicos asociados a ese equipo también se abaratan.

Nos llegan anuncios casi apocalípticos sobre la supervivencia en el futuro. Tendremos que duplicar la producción mundial de alimentos en 2050, burlar la sequía, mejorar la calidad del suelo, ¿cómo ayudará la tecnología a alcalzar esos desafíos?

No solo la tecnología, sino el conocimiento científico. Para hacer frente a esos retos, que no sé si son alcanzables, hace falta un avance bastante rápido en sistemas de producción, en recuperación de suelos que ahora no se utilizan -cada año se pierden muchas hectáreas por la deficiente gestión anterior-, recuperar algunos cultivos y, sobre todo, avanzar las técnicas de cultivo.

La ciencia interviene en la producción de plantas más resistentes al estrés hídrico y a las plagas y enfermedades para bajar el uso de fitosanitarios. El campo de los microorganismos va a ser importante. Solo conocemos el 2% de las especies de microorganismos que viven en el suelo y en el agua, que hacen una u otra función. Sí hay descritos algunos que son capaces de pasar nutrientes de la atmósfera al suelo, como los fijadores de nitrógeno, que son capaces de provocar recursos que no están a nuestro alcance para que las plantas los utilicen. Nos ayudarán a adaptarnos a todos los factores que nos vienen.

PARA SABER MÁS...

- AGRITECH MURCIA es una plataforma de tecnología agrícola de la Región, una iniciativa empresarial avalada por el Gobierno regional. La integran empresas del sector, como Microgaia, centros de investigación y la Universidad Politécnica de Cartagena.

- FOOD TECH. Jornada de Innovación Abierta en Alimentación 'FoodTech OpenInn' (UCAM HiTech). Dirigido a emprendedores. Fecha: 29 de junio. Lugar: UCAM HiTech Sport & Health Innovation Hub.

- Programa CreceStartup AgrifoodTech (CEEIC). CreceStartup, iniciativa de CEEIC e INFO, ayuda a las empresas emergentes agrotech a conectar con corporaciones y otros partners estratégicos del sector