"Por primera vez iremos a la Feria de Hong Kong con vía libre para exportar la uva de mesa"
JOAQUÍN GÓMEZ CARRASCO, el presidente de la Asociación de Productores y Exportadores de Fruta de Hueso (APOEXPA), ve en la robotización "la solución para abaratar los costes de producción"
El consumidor chino ya saborea los melocotones de Cieza y los paraguayos de Blanca, pero a partir de el próximo agosto, podrá desgranar los racimos de uva de mesa murciana. China ha abierto definitivamente las puertas de la fruta de hueso de sello regional con la firma del protocolo de exportación, un paso imprescindible para acceder al gran mercado asiático. Los productores murcianos llevaban varios años esperando obtener esta llave legal, con la que acudirán en septiembre a la Feria Asia Fruit Logistica de Hong Kong con la alfombra desplegada hasta los grandes compradores asiáticos.
Junto con Sudáfrica -también en el calendario de otoño del sector- y Canadá, China es una de las "ventanas a consolidar para la fruta de hueso, con el fin de evitar una excesiva dependencia del mercado europeo", señala el prosidente de Apoexpa, Joaquín Gómez. Ampliar el mapa comercial no es su único reto. El productor reflexiona sobre el cambio climático, la robotización agrícola, el 'brexit' y el veto ruso como desafíos de un sector que, en 2018, generó 330 toneladas de fruta de hueso y empleó a 20.000 personas desde el campo hasta su fase logística.
¿Mantienen a Sudáfrica en su agenda de este año como mercado a consolidar?
Se ha aplazado una misión comercial, aunque se realizará en unos tres meses. En Sudáfrica ya hay fruta de hueso de la Región, pero falta por ultimar los trámites fitosanitarios, que es el objetivo del encuentro. Sudáfrica nunca será para nosotros como Alemania, pero sí es un mercado importante porque consumen fruta con asiduidad, igual que nosotros tenemos aquí melocotón sudafricano en invierno. Tienen el calendario climático inverso al nuestro.
Este mes de julio se cumplen dos años de la primera exportación de fruta de hueso a China, ¿cómo han seguido sus relaciones comerciales con el gigante asiático?
El protocolo de la uva de mesa se aprobó el pasado enero y, a primeros de agosto, vendrán inspectores chinos para comprobar los procesos de producción y las garantías sanitarias en una misión inversa.
¿Qué dificultades han planteado las autoridades chinas para abrir la vía definitiva a la fruta murciana?
La diferencia fundamental con otros acuerdos internacionales es que fijan un periodo de 15 días en frío y, en barco no hay problema porque va en cámaras, pero en avión te obliga a tenerlo esa quincena previamente en frío, y la mercancía no llega tan fresca.
¿Son los únicos que imponen esa cuarentena de frío?
A España y a todo el Mediterráneo, debido a la mosca de la fruta. Ningún país europeo lo exige. Solo terceros países.
¿Qué otras exigencias plantean a los productores?
Solo pueden enviar producción de las parcelas previamente registradas. Tienen muchas prevenciones.
¿Son muy minuciosos los chinos?
Son muy exigentes con la seguridad alimentaria de los productos externos.
¿China y, en menor medida, Sudáfrica serán los grandes mercados futuros de la fruta murciana?
Son otras ventanas más, pero no será para nosotros como Alemania, aunque nos permitirán no tener excesiva dependencia del mercado europeo. Europa sigue siendo nuestro mercado de referencia, aunque China nos abre un mercado de 150 millones de habitantes. En Sudáfrica pretendemos hacer, en un lustro, un trabajo similar de consolidación de relaciones comerciales.
¿Qué expectativas tienen sobre la Feria Asia Fruit Logistica a la que acudirán en septiembre con el INFO? ¿Hong Kong es el escaparate de Asia?
Hong Kong es a toda Asia lo que Berlín a Europa. Es un mercado muy importante de cara a varios países como China, Malasia, Singapur y otros. Es el escaparate. Este es el primer año que acudimos con el protocolo de exportación aprobado en China. Tenemos a favor que para entonces ya habrá mercancía española en China y los compradores ya tendrán capacidad de cerrar acuerdos comerciales. Tenemos que situarnos en un nivel competitivo con respecto a nuestro rival, California. Además, los chinos quieren comprar fruta importada por las altas garantías de seguridad alimentaria que les ofrecemos.
¿Sobre qué otro mercado tienen dirigido el foco para ampliar el mercado de la fruta con hueso?
Canadá. Después de la firma del tratado de libre comercio, que ayuda mucho a abrir vías de venta, estamos empezando a exportar y creo que las relaciones comerciales seguirán creciendo.
¿Qué temen más de las consecuencia del 'brexit'?
Un 'brexit' duro puede ralentizar los envíos. En las aduanas no vamos a tener problemas, porque ya sabemos que no tendremos aranceles que encarezcan el producto, pero la devaluación de la libra se traduce en una reducción de las exportaciones.
Tenemos claro que los ingleses firmarán convenios con los países productores que necesiten, pero si deciden dejar sin aduanas a terceros, tendremos de frente una competencia en mejores condiciones que hasta ahora. Por ejemplo, si la fruta marroquí empieza a tener aranceles cero. Y es lo que se vislumbra.
¿La calidad de la fruta murciana y los métodos estrictos de seguridad en la producción ya no son suficiente para competir?
La calidad es importante, pero el precio es decisivo, sobre todo en los productos 'commodity' (los bienes de valor, pero con bajo nivel de diferenciación).
¿Qué le preocupa más, el 'brexit' o el veto ruso?
El veto ruso, porque nos ha quitado un mercado de 80 millones de habitantes que ya estaba acostumbrado a la fruta española. Al principio la UE era sensible al problema, pero ya no lo es, y es un mercado que se nos cerró.
Pero el veto está dando síntomas de apertura con el levantamiento de la prohibición en el ganado, ¿qué intuye que pasará con la agricultura?
No nos ha tocado la misma suerte, y hace unas semanas prorrogaron el veto.
¿La apertura de nuevos mercados les ha llevado a aumentar la producción?
No. El factor limitativo del agua nos impide crecer. Habrá que producir más con menos tierra y menos agua. En la producción de 2018 destacan las 60.000 toneladas de paraguayo, que se convierte en producto mayoritario, solo por detrás de la uva de mesa, con 130.000 toneladas. Después figuran las 56.000 toneladas de nectarina, las 46.000 toneladas de albaricoque, 27.000 toneladas de melocotón, y 11.000 toneladas de ciruela. Además, ha bajado algo la producción por las heladas de mayo.
¿Cómo se comportan los precios en este inicio de campaña?
Ha habido de todo, pero al principio no fueron buenos por el mal tiempo en Europa. Al subir la temperaturas, se consume más fruta. Al menos esperamos cubrir los costes de producción.
¿Cuál es el principal reto interno del sector en la diversificación de productos?
El reto que ya se está produciendo es el de la innovación. Tenemos que producir lo que otros no produzcan y protegerlo bajo patente. Pretendemos que todos nuestros frutos innoven para tener cierta exclusividad. Tener lo que no tengan nuestras regiones competidoras, aunque todos buscan lo mismo. El paraguayo, por ejemplo, funciona ahora por su innovación varietal, después de casi desaparecer en los noventa. Es un producto que viaja bien y se consume en abundancia.
¿Qué cambios prevé que tendrán que hacer los productores con respecto al cambio climático?
El cambio climático te obliga a innovar. La fruta necesita horas de frío, y hay que buscar las que necesitan menos. Es un problema muy relacionado también con la escasez de agua, que nos lleva a buscar alternativas en la producción de fruta.
¿Por qué los productores están abocados a invertir en tecnología aplicada?
Porque la competitividad es tremenda, y es la única manera de abaratar costes, tanto en el campo como en los almacenes. Europa es receptor de productos de terceros países con costes laborales y sociales más bajos, y tienen que venir porque es imposible ponerles puertas. Hay que competir yendo dos peldaños por delante, con una mayor eficiencia en la producción, en la recolección, en el manipulado y en la distribución.
¿El encarecimiento de la mano de obra y la incertidumbre de los precios señalan hacia las máquinas como solución para reducir los costes de producción?
Hay que llegar a un equilibrio. La falta de mano de obra y la llegada de la inmigración, que tendrá un tope, hacen pensar que hay que adaptarse al nuevo escenario.
¿Qué grado de robotización tenemos ya en el sector de la fruta de hueso en la Región?
Cada día se utilizan más. En los almacenes es altísima en calibración, en maduración, en frío, pero en el campo aún es muy pequeña. Solo alcanza a la logística y el transporte. Habrá un gran cambio en este aspecto en el futuro.
¿La configuración del arbolado es lo que dificulta la mecanización de las labores de campo?
No hay más que ponerse ante un árbol frutal para ver la dificultad. La fruta no se reparte de modo uniforme, ni la luz incide en todos los puntos por igual. Algunos frutos se encuentran dentro de la copa del árbol. Combinar estos factores es complicado, pero ya hay ensayos de recolección de fruta mecanizada. En manzano ya existe. Las labores de poda se hacen ya de manera semimanual y se ha avanzado mucho. Hay que tener en cuenta que la experimentación también es ocasional, porque solo hay campaña durante un tiempo limitado.
¿Cuáles son las tareas que necesitan agilizarse con mayor urgencia por medio de las máquinas?
La recolección y el clareo de la fruta, que son las labores más intensas. Hay que agilizar los trabajos y equilibrar la escasez de mano de obra.
¿Realmente el agricultor está concienciado sobre la necesidad de invertir en maquinaria compleja?
Como tienen un problema más grande, que es la falta de mano de obra, y sobre todo de mano de obra cualificada, buscan soluciones. Además, cuando el agricultor empieza a comprar maquinaria, ya se ha comprobado que funciona.
Nota
Del 22 al 24 de julio, se realizará una jornada sectorial en el Info, en colaboración con APOEXPA, cuyo principal objetivo es mostrar el potencial de las empresas murcianas del sector de la uva de mesa y fruta de hueso y facilitar así contactos empresariales. Posteriormente ambas delegaciones visitarán a las empresas murcianas certificadas por los protocolos de exportación a China y Vietnam.