Al ingeniero naval Juan Marcos Egea se le ha cruzado la crisis sanitaria con el nacimiento de su primer hijo y el lanzamiento de su primer producto, un dispositivo para mejorar la toma de decisiones en las embarcaciones

Las pandemias no entienden de empresas ni mercados. Cuando llegan, su soplido puede mover la trayectoria de los proyectos iniciados, a veces para derribarlos y otras para corregir su rumbo en la dirección de los nuevos tiempos. Al ingeniero naval Juan Marcos Egea le ha encontrado la crisis sanitaria en un momento crucial de su vida. Su primer hijo nació en un hospital murciano en pleno Estado de Alarma, trenzando una de las mayores emociones de la vida con el incontenible temor a la enfermedad. Esta epidemia de contorno mundial converge además con otro alumbramiento, el de su proyecto de innovación en el sector naval.

Junto a su socio, José Luis Ortin, han llegado a la fase de desarrollo de un dispositivo que permite optimizar la toma de decisiones en la navegación para lograr su máxima eficacia buscando el mayor ahorro posible. Emprender en tiempos del coronavirus no es la situación ideal para conquistar mercados, aunque este ingeniero naval cree que su proyecto tiene a favor su carácter innovador y el objetivo de sostenibilidad, dos ejes que los expertos identifican como los pilares de la nueva economía que deje la experiencia del virus.

"La crisis sanitaria está teniendo un impacto que nadie esperaba, pero este tiempo hará reflexionar y dar importancia a lo que realmente la tiene, por eso creo que se apostará por el cuidado del planeta y por tener un propósito más importante que generar solo dinero", explica el ingeniero. Vaticina "una mayor conciencia". "Generar dinero seguirá siendo fundamental, pero con unos propósitos más profundos", pronostica Egea.

Le ayudó a despejar dudas sobre su proyecto su participación en la segunda edición del programa 'Smart I4.0 Connect', una iniciativa disruptiva de inmersión en la Industria 4.0, organizada por el Centro Europeo de Empresas e Innovación de Cartagena (CEEIC), organismo adscrito al INFO. El emprendedor reafirmó su idea en "que hemos creado algo innovador" y le permitió aclarar "cómo desarrollar y validar el modelo de negocio". Compartir el proyecto con expertos en innovación tecnológica le aportó "una solución para hacerlo aún más competitivo".

EFICIENCIA EN ALTAMAR

El dispositivo creado por estos emprendedores "facilita la toma de decisiones inteligentes a bordo a través de un sistema compuesto por sensores y un software, que recopilan datos reales de la navegación a tiempo real, se filtran, ordenan y relacionan de manera que generan una base de datos capaz de predecir las condiciones de carga y las posibles configuraciones del barco para dirigirlo en las condiciones más óptimas", explica el ingeniero naval. En el entramado de datos que combina el programa, intervienen "la distribución del peso de la carga, si está más a proa o a popa, la variación de ángulos y otras variables". La finalidad es "darle al patrón y al armador las herramientas para tomar la decisión más acertada sobre velocidad de navegación y otras medidas para optimizar el combustible y el tiempo". Como ejemplo, el ingeniero explica el transporte de un grupo de ingenieros a un parque eólico marino. "Si los ingenieros cobran por horas, el armador puede tomar la decisión de navegar a más velocidad si sabe con precisión el coste del combustible del trayecto, según la carga y las variables, porque tiene esta herramienta para comparar y tomar la mejor decisión", expone el experto. "Eso es eficiencia", asegura Egea.

INNOVACIÓN PARA UN SECTOR TRADICIONAL

La nueva tecnología creada por el ingeniero naval "ha cunplido ya su fase de desarrollo, ya está testado con sensores y estamos en la segunda fase de pruebas en embarcaciones reales". En el programa formativo del CEEIC obtuvo la respuesta para introducir en el sistema una mejora que lo hiciera más competitivo. "Por el sondeo realizado en el sector vimos que el dispositivo tenía que ser lo menos intrusivo posible en la embarcación, que no modificara nada de su funcionamiento", afirma Marcos. "El sector naval tradicionalmente ha sido menos innovador que otros porque son productos muy caros y evitan arriesgar", explica el experto, quien cree sin embargo que "si ofrecemos un sistema no invasivo y que le permite ser más sostenible y ahorrar más, podemos ser muy competitivos".

Por delante se le abre un mercado amplio y sólido en el que se incluye el transporte de mercancías y de pasajeros, el sector de la acuicultura, las plataformas eólicas marinas y toda la flota auxiliar para la ingeniería naval. Sin salir de la Región de Murcia, el emprendedor encontrará una veintena de empresas asociadas al Centro Tecnológico Naval y del Mar entre las más de 200 de la industria naval auxiliar, con una facturación anual superior a los 1.100 millones de euros al año, y más de 7.000 puestos de trabajo.

Con experiencia en investigación en el entorno universitario y como especialista en diversas compañías del sector naval, Egea quiera ahora aplicar en un proyecto propio sus conocimientos en diseño y cálculos analíticos y de estructuras. Está convencido de que, a pesar de la contracorriente de los tiempos, emprenden su proyecto en el lugar adecuado, y no solo por la condición costera de la Región. "Estoy sorprendido por la apuesta que se está haciendo por la innovación", afirma el emprendedor.