Dos premios IF Design Award 2023 y un NY Design Product Award afianzan el prestigio exterior de la agencia murciana: "Hemos consolidado un equipo de trabajo capaz de afrontar retos internacionales", afirma Juan Esteban Sánchez, jefe de Proyectos

Dar forma al futuro es el sueño de todo diseñador industrial, pero el estudio murciano IDEA DESIGN se ocupa de mejorar el presente por medio de creaciones que reciben premios internacionales.

Este año han recibido dos IF Design Award en la categoría de Producto de Medicina y Salud, con un innovador detector precoz de patologías neurológicas promovido por una 'startup' alicantina, y un respirador móvil con sello murciano de la tecnológica Inbentus.

Ambos dispositivos figuran entre sus soluciones más motivadoras, aunque cualquiera que vea la aceitera reutilizable de cerámica Soso entenderá por qué ha merecido el premio NY Design Product Award en el mercado americano.

Son solo los últimos reconocimientos de una agencia de diseño industrial con 18 años de experiencia, creada por Bernardo Díaz y Juan Esteban Sánchez. La consolidación de un equipo de ingenieros, que tiene por lema el atrevimiento, y el impulso de los premios internacionales les anima al reto de conquistar mercados como Inglaterra, Suiza y Estados Unidos. "Queremos seguir creciendo en Europa con el programa de Internacionalización del INFO", afirma el CEO y cofundador, Juan Esteban Sánchez.

¿Para qué sirven los premios, además del impulso moral que aportan al equipo?

Los premios te aportan un escenario más global, te dan visibilidad internacional. Con los premios, nos han llegado ofertas de empresas potentes. Juegas en una liga distinta. Buscábamos un enfoque más internacional para la empresa y un impulso a nuevos retos estratégicos.

¿Qué le condujo al diseño y la experimentación?

El diseño es el vector de transformación con el que las empresas crecen, evolucionan y se diferencian del resto. En los años ochenta se planteó la calidad como eje transversal de las empresas, en busca de mejoras continuas que reduzcan las mermas.

En la industria moderna, el diseño actúa como cultura de la empresa con voluntad de diferenciarse.

Hay que entender que el diseño transgrede el mero aspecto estético y llega hasta el último hueco de una organización. Es la forma de resolver problemas. Permite que el usuario maneje un producto con la menor curva de aprendizaje posible, que se planifique el ciclo de vida de un producto, desde la fabricación hasta el reciclaje. El diseño es multidiciplinar.

El proceso creativo es la fase más emocionante, pero también llena de incertidumbres y exige liberarse del miedo al fracaso.

Nos gusta abanderarnos con el concepto de 'atrevimiento'. Es la palabra con la que nos identificamos más. Tenemos una metodología que nos ayuda a enmarcar los procesos creativos con su tiempo y sus costes, pero no nos limita en cuanto al resultado.  

¿El atrevimiento es lo que permite avanzar, sin miedo a pisar nuevos terrenos?

Claro. Podríamos habernos limitado a un ámbito, pero nos hemos especializado en retos, ya que enfocamos los proyectos de una manera transversal para resolver las necesidades mediante un diseño sistémico que dé coherencia a la experiencia.

Esta estrategia nos ha situado en el mercado como una propuesta diferente, y nos facilita la presencia en eventos internacionales, en los que contactamos con grandes empresas, que son las encargadas de crear tendencias en nuestro sector, como Apple, Loewe y otras. Con ellas intercambiamos experiencias y surgen escenarios de colaboración.

En diseño, todo supone una mejora de uso, una optimización de costes y recursos. Al profesionalizar todos los pilares que dan lugar a un producto, el diseño es transversal. Está asociado a la cultura.

Un ejemplo claro es 'THEIA', el dispositivo de Newmanbrain que permite un diagnóstico precoz de patologías neurológicas, como el Alzheimar o el déficit de atención, ¿es un escaner transportable que facilita una prueba diagnóstica que es aparatosa y con largas esperas? ¿Cómo fue el proceso?

Sí, la empresa alicantina promotora tenía un producto mínimo viable y una hipótesis. Nosotros nos sumamos al proyecto para resolver las incertidumbres y hacerlo tangible. Les acompañamos para descubrir el enfoque y qué solución se podía dar en un marco económico determinado. Querían lograr un 'tester' para prescriptores que pudiesen probar su producto y mostrarlo también en fondos de inversión. Hicimos un híbrido de fabricación aditiva y convencional. El componente social que tenía fue un extra de motivación.

¿Los productores innovadores tienen conciencia de que, además de crear un producto eficaz, tienen que cumplir con unos requisitos ergonómicos, estéticos y de manejo fácil para el usuario no especializado?

La tecnología tiene que resolver necesidades del día a día, que son las que más nos duelen y las más difíciles de detectar. Es un buen momento, porque las 'startups' plantean soluciones que pronto serán parte del mercado. El ecosistema de las 'startups' está aglutinando una serie de 'skateholders' (agentes involucrados) cada vez más profesionales y que engrasarán una maquinaria destinada a dinamizar el mercado a corto plazo.

¿Qué factor ha hecho posible esa profesionalización?

Todo suma, pero quizás ha sido la profesionalización de los inversores, que son los que ven la rentabilidad y exigen resultados Antes no había posibilidad de medir la inversión y compararla con otros vehículos de inversión, lo que creaba desconfianza.

Ahora hay formas de control e indicadores de rendimiento para prever una tendencia. Idea Design aporta a ese desafío una solución tangible para que una 'startup' pueda probar su producto en el mercado y recibir su 'feedback'.

Hay que saber diseñar para cumplir con las expectativas, y eso es decisivo para lograr el apoyo de los inversores.

Al calcular el presupuesto de la creación de un producto, ¿las startups tienen ya en cuenta el coste del diseño?

Lo bueno de las 'startups' es que tienen que vender el producto, cumplir con los plazos y no salir del marco económico trazado. Es necesario para justificar una ronda de inversión y convencer de que tu producto va a ser un negocio.

¿Desarrollar un producto del sector médico supone subir un escalón más, cumplir con unos requisitos más exigentes?

Trabajamos en el ámbito médico y, dependiendo de la categoría, de si es invasivo o no, requiere largos procesos de homologación. Nos han llegado muchos proyectos médicos y trabajamos con comodidad en un marco muy definido. Es un trabajo muy exigente pero muy motivador. Estamos muy concienciados.

Hemos diseñado el respirador de la empresa murciana Inbentus, que buscaba crear una opción móvil para ambulancias. Trabajamos en un dispositivo que detecta si una persona se está ahogando en el mar. Estos retos son muy motivadores para un equipo como el nuestro. Para nosotros, el capital humano lo es todo.

¿Qué porcentaje de éxito se adjudica al diseño en el éxito de un producto?

La estrategia de un producto se basa en el diseño. Es el 100% del sentido del producto. Los hábitos de consumo cambian rápido. Las estructuras empresariales serán distintas por completo en diez años. Ya trabajamos en conocer cómo los consumidores demandarán los productos para adaptar la oferta de servicios a las unidades de negocio.

¿Cómo demandaremos los productos dentro de una década?

La evolución es constante. Internet ha dinamizado todos los ámbitos de consumo y, por tanto, el de las empresas. Antes se fabricaban miles de réplicas de un mismo producto, y ahora se prima la exclusividad y la inmediatez. Ahora tiene sentido ser más rápido, tener lotes más pequeños de productos y evolucionar, porque en un año se habrá quedado obsoleto o descontextualizado.

Antes saturaban el mercado y se vendía, con la conclusión de que si has vendido diez mil, después venderán el doble, así que solo se pensaba en fabricar más. Ahora los canales digitales, con su capacidad de respuesta inmediata, hacen que el usuario esté en contacto directo con el productor. La empresa puede registrar la temperatura del mercado. Puedes saber de forma rápida lo que funciona y lo que no.

¿Habrá cambios en el uso de materiales, a unos más perdurables?

Si hoy no fabricas de manera sostenible, no tiene sentido, porque el usuario lo demanda. Te penaliza si usas más papel del debido en el 'packaging', por eso trabajamos en diseños funcionales, para que la huella de lo que diseñemos tenga la mejor rentabilidad en uso. La conciencia procede del mismo diseñador. Por ejemplo, la aceitera de SOSO, también premiada, fue un reto de la marca para hacerla sostenible y reutilizable, por eso es de cerámica, para que la puedas rellenar y evitar el uso de materiales de plástico de un solo uso. Es la forma de separarte de la competencia.

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