El presidente de la Asociación de Centros Promotores de la Excelencia, Fernando Sierra, destaca "el dinamismo de la Región de Murcia, cada vez más presente en actividades competitivas"

"Estoy en busca de la excelencia. No tengo tiempo para envejecer", dijo una vez el historietista Will Eisner, autor de la serie 'The Spirit' de género policíaco. Daba cuenta con esas palabras del reto de constancia que supone perseguir las cotas más altas de la calidad en cualquier actividad. El dibujante neoyorquino logró popularizar el concepto de novela gráfica, que actualmente despierta tanto interés. No en Estados Unidos, sino en España, la Asociación de Centros Promotores de la Excelencia (CEX) ha unido los esfuerzos que se realizan en diferentes comunidades autónomas para potenciar de forma coordinada la cultura de la calidad y la innovación.

El INFO es una de las 12 organizaciones de la docena de comunidades que participan en este reto de superación continua. Jornadas, formación y promoción de la excelencia y las buenas prácticas son algunas de las acciones de CEX. Su presidente, Fernando Sierra, quien encabeza a su vez la fundación Euskalit, organización privada promovida por el Gobierno vasco para la gestión avanzada de las empresas de su territorio, señala las prioridades que deben alinear los empresarios para tomar decisiones en tiempos inciertos.

Destaca el dinamismo de la Región de Murcia, donde la compañía Navantia acaba de clavar una nueva bandera en el mapa internacional de la innovación. La naviera ha ganado el premio Quality Innovation Award de innovación en el sector público por la transformación de su fábrica tradicional de motores de Cartagena en una planta inteligente con impacto en los procesos, la organización y las personas, la gestión del rendimiento y el sistema digital.

¿Qué tiene que hacer una empresa para evolucionar hacia la excelencia?

Ser excelente es ser competitivo. Si tuviera que definirlo, diría que lo tiene que hacer de manera equilibrada. El principal riesgo de las organizaciones ahora es que tienen que atender a demandas de todo tipo, tienen que tener una estrategia sólida, orientarse a clientes, atender a las personas, buscar su impacto en la sociedad, ser innovadoras y tener resultados sostenibles. Todo eso, de manera equilibrada, por lo que es un reto complejo que requiere de una visión holística para que esos elementos engranen bien para ser más competitivos.

¿Qué hace CEX por las empresas españolas para que avancen hacia la excelencia?

Centros de Excelencia es una asociación constituida en 2006, aunque desde el año 2000 ya compartíamos buenas prácticas con organizaciones que impulsamos la calidad, la innovación y la excelencia en la gestión en diferentes ámbitos. Actualmente somos 12 organizaciones en 12 comunidades autónomas. Intentamos identificar esas buenas prácticas de gestión para que las organizaciones aprendan y avancen.

Tenemos actividades en esa línea: participamos en un premio internacional, el Quality Innovation Award, e impulsamos el premio CEX de buenas prácticas sobre diferentes elementos de gestión, como la economía circular, la internacionalización, ODS integrados en la estrategia y demás. Cada miembro de CEX propone un máximo de dos organizaciones por comunidad, se comparten las buenas prácticas y se elige a las más avanzadas. Buscamos ejemplos de buenas prácticas para que otros puedan aplicarlas.

¿Con qué problemas tropiezan ahora las empresas, en una situación de cambios e incertidumbre, a la hora de perseguir la calidad?

El principal problema es que la gestión en tiempos de incertidumbre es más compleja. Hace años, con más estabilidad, era más fácil establecer estrategias a medio plazo. Ahora es más complicado, y es importante aplicar una gestión ágil y flexible, para tiempos más cortos, porque los cambios se producen con mucha rapidez. Alguien puede estar gestionando muy bien, pero de pronto viene una guerra y eso tiene unos efectos en las cadenas logísticas, las materias primas, los precios de la energía y complica mucho la gestión. Hay que equilibrar mucho las decisiones a corto, medio y largo plazo para ser organizaciones flexibles.

¿En el plano real, esta incertidumbre está haciendo realmente que las empresas sean más flexibles o están adoptando medidas más conservadoras, como frenar inversiones?

Hay de todo. No es fácil generalizar, porque hay organizaciones que están sufriendo mucho por las cadenas logísticas o los precios de la energía, pero hay otras que viven la mejor época. La gestión en tiempos de incertidumbre no es coyuntural. Tengo la impresión de que va a ser estructural. Hoy en día son unos elementos, pero vendrán otros. La pandemia fue un momento de agitación máxima de algo que creíamos impensable, y la gran lección aprendida es que cuando las organizaciones trabajan por la excelencia, son más ágiles para afrontar esos retos que vengan. Ser excelente no te garantiza el éxito de por vida, pero sí estar preparada para poder atender esos cambios y esa incertidumbre.

Empresas que tienen sistemas de gestión sólidos, no grandes sino ajustados a las necesidades, son capaces de tomar decisiones de manera más certera.

La mejora en la calidad y la innovación requieren financiación, ¿los fondos europeos están dando un impulso en esa dirección a las empresas españolas?

Tengo una información muy parcial, pero por lo que nos cuentan las empresas, aún no está claro el impulso que pueden dar. Podrían dar mucho, pero todavía las empresas no tienen la sensación de que gracias a esos fondos pueden atender necesidades que tenían. Hay proyectos muy potentes en cartera, pero es pronto para ver si ese impulso está siendo suficiente.

¿Hay suficiente capital privado en movimiento destinado a la innovación?

Diría que sí. En algunos foros se comenta que el problema no es la financiación, sino los proyectos relevantes. Puede haber dinero, y hay comunidades autónomas que están haciendo esfuerzo por reforzar a las empresas y sobre todo en actividades de I+D. Me da la sensación de que se echa en falta una visión más global. Ahora hay iniciativas puntuales, algunas más potentes, tanto públicas como privadas para abordar grandes retos, pero también es verdad que hay muchos países apostando por temas parecidos. El vehículo eléctrico, temas ambientales, fuentes de energía...no solo los trabajan empresas españolas, sino a nivel mundial, por eso todo el esfuerzo que hagamos será poco, así que es importante la financiación.

¿Qué sectores llevan la delantera y cuáles deben tomar más velocidad?

Es complicado tener una visión conjunta. Hay sectores muy potentes en la economía española, que están bien posicionados. Diría que la automoción, la aeronáutica, el turismo, pero también medio ambiente, biotecnología. Hay sectores muy dinámicos, potentes, conscientes de que la competencia es cada vez más amplia.

¿Qué valoración hace del nivel de calidad e innovación de las empresas murcianas?

Me faltan datos para hacer una valoración de conjunto, pero sí hemos conocido un proyecto magnífico en Navantia, que nos ha parecido un referente importante. Creo que Murcia es una región muy dinámica. Su presencia en actividades competitivas es creciente. No es un indicador demasiado objetivo, pero es una percepción bastante clara.

Es difícil hacer previsiones, pero ¿qué expectativas tiene puestas en 2023 y qué prioridades deberían tener las empresas que quieran avanzar en materia de calidad?

Las transformaciones que se están identificando dan buenas pistas. La transformación energética y climática son retos importantísimos, así como la transformación digital y la sociosanitaria. Son tres retos que, dependiendo del sector de las organizaciones, les afectan, o incluso las tres les afectan mucho.

Son tres corrientes muy potentes que deberían estar contempladas en la estrategia de cualquier organización excelente. La digitalización es muy importante y hay que modificar las organizaciones para aprovechar sus ventajas pero también la parte medioambiental y energética son de creciente importancia. La sociosanitaria ha atraído un especial interés también por la pandemia y ha hecho que muchas organizaciones la tengan en cuenta, pero es algo que debería darse por totalmente superado y deberíamos recordar las lecciones aprendidas.

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- EL GASTO EN I+D en España ascendió a 17.249 millones de euros en 2021, lo que supone el 1,43% del PIB, un aumento con respecto al 1,41% del año 2020. Por comunidades autónomas, lideran la tabla de inversión en I+D el País Vasco, la Comunidad de Madrid y Navarra. Las que registraron menores porcentajes fueron Baleares, Canarias y las ciudades autónomas. Las empresas fueron las que más recursos y personal destinaron a la investigación, por encima de las universidades y de las administraciones públicas.

- En la REGIÓN DE MURCIA, la inversión en I+D sumó 230 millones de euros, lo que la sitúa en mitad de la tabla nacional, pero a gran distancia de los 765,5 millones invertidos en el País Vasco, según los datos del INE.

- AYUDAS PARA LA MEJORA DE LA CALIDAD Y LA EXCELENCIA: Los plazos de ayudas que desde el INFO buscan fomentar la eficiencia energética en las pymes y en grandes empresas están abiertos hasta el 30 de junio de 2023.

- INNOVACIÓN INTERNACIONAL. La Cámara de Comercio, Servicios y Navegación de Murcia ofrece las ayudas INNOXPORT 2023 para desarrollar planes de apoyo a la innovación en acciones internacionales. El plazo está abierto hasta el 28 de febrero.