La start up tecnológica prepara un innovador instrumento diagnóstico de visión, que permitirá compartir el historial de los pacientes y genere una comunidad para el cuidado de la visión: "Esperamos fondos de inversión, porque la pandemia lo frenó todo"

Es la start up murciana con más 'visión'. No solo porque la fundó el doctor en Física Bart Jaeken, cuya tesis en la Universidad de Murcia abrió el camino a un diagnóstico más completo de la miopía, sino porque cada vez será más necesario dedicar esfuerzos a la salud visual. Solo en Murcia, el 30% de los menores padece miopía, una estimación que alcanza a 53.400 niños, según un estudio del Consejo General de Colegios Ópticos-Optometristas. Y el uso cada vez más excesivo de horas frente a las pantallas hace pensar que el problema crecerá.

Con esta perspectiva, Timiak Tech comenzó en 2017 a perfilar un instrumento de diagnóstico basado en la Realidad Virtual, que proporcione mayor precisión y que sirva para aplicar con menores y personas con discapacidad, cuyo estudio visual puede resultar más complicado. Dispuestos a llevar hacia el futuro al sector de la salud visual, el equipo creado por Jaeken y el ingeniero informático Juan Luis Barreda ha ideado un nuevo sistema, global y estandarizado, para conectar a profesionales, ópticas y usuarios con el fin de que compartan información útil.

Ya tienen a punto la primera versión de su plataforma 'Nice2seeU', que aporta funciones innovadoras, como un probador de gafas virtual, que evita disponer de un costoso 'stock' en las tiendas, o la biblioteca de historiales de los usuarios. "Si cambio de especialista o salgo de viaje y se me rompen las gafas, necesito acceder a mis datos y antecedentes desde cualquier lugar", explica el experto.

El objetivo final es "crear una plataforma global de la visión donde los profesionales interactúen de manera fácil para mejorar la salud visual de la población ", afirma Jaeken.

UNA COMUNIDAD CON LA MISMA MIRADA

Crear una comunidad global de la salud visual. Para lograr su objetivo, la start up ha comenzado en 2020 a formar un consorcio con 14 ópticas de la Región, a las que proporcionarán una plataforma para el cuidado de la visión. "Es una solución para que las ópticas tradicionales obtengan los beneficios de la digitalización", explica Jaeken.

El proyecto es sin embargo mucho más que una tienda 'online'.

"El intercambio digital de datos es una ventaja que evitará las pérdidas que genera una gestión ineficiente de la producción, los enormes stocks, la pérdida de clientes y las dificultades para detectar con tiempo problemas de visión", indica el empresario.

Los usuarios podrán acceder al resultado de sus revisiones, su registro de compras y recibir mensajes para el cuidado de su visión.

Los profesionales dispondrán de herramientas que puedan hacer predicciones tempranas de diversas patologías o gestionar su 'stock', para lo que la plataforma les ofrece la posibilidad de conectar con proveedores para negociar de forma directa. Para mejorar el servicio que ofrecen a sus clientes, se habilitará un sistema de cita previa.

TECNOLOGÍA PARA VER CLARO

El estrés visual, la polución, la alimentación y, cada vez más, el abuso de las pantallas, con la reducción de las actividades al aire libre, son el combustible del progresivo aumento de la miopía, el trastorno de la visión que más aumenta en el mundo. "Tendremos un 'boom' de miopía por el uso intensivo de pantallas. En Taiwán, el 90% de los jóvenes tiene miopía y con efectos severos", advierte Jaeken.

El especialista llama la atención sobre "el aumento del cuidado de que va a generar el envejecimiento de la población, el incremento de la miopía y las probabilidades de tener otras patologías". Por eso recomienda "vigilar el déficit visual". No ayuda el hábito generalizado de "ir al especialista solo cuando ya tenemos una degradación de la vista, de manera que a veces vivimos mucho tiempo con déficit visual que puede causar accidentes, depresión y otros problemas".

En su investigación en el proyecto europeo Marie Curie del séptimo programa Marco de apoyo a la I+D europea, desarrolló un instrumento de diagnóstico de la visión periférica determinante en la generación de la miopía, ya patentado y disponible. Y en 2018 comenzó a hacer pruebas con su instrumento diagnóstico para analizar la visión de cualquier persona con mayor precisión, para lo que ha empleado tecnologías de Realidad Virtual e Internet de las Cosas. El largo camino de los ensayos clínicos y las certificaciones se frenó en seco con la pandemia, que también congeló los ánimos inversores. El emprendedor tecnológico espera retomar ambos desafíos a medida que se disipa la presencia del virus, aunque no hay lentes fiables para leer las claves del mercado financiero.

DOBLE EXIGENCIA PARA LOS PRODUCTOS SANITARIOS

Inversores hay, pero suelen orientar el foco hacia "proyectos con bajo riesgo, que ya tengan tracción, un producto validado en el mercado, y con preferencia por los productos software de bajo coste y rápido desarrollo comparado con el hardware", argumenta el emprendedor. Por experiencia conoce la doble exigencia que pesa sobre los productos sanitarios. "Desarrollar un instrumento médico significa que hace falta validación clínica y certificaciones antes de comercializarlo para lograr tracción y, a partir de ahí, aspirar a una inversión significativa", afirma.

La necesidad de capital en las start ups tecnológicas es el puente necesario para avanzar, ya que requieren talento y material avanzado. "Hasta ahora hemos financiado el proyecto con recursos propios, las aportaciones de los conocidos 'family, friends and fools' y ayudas públicas como las del INFO, que siempre respaldó nuestra idea", explica Jaeken. Una dificultad es la búsqueda de personal especializado, ya que la pandemia y el teletrabajo ha disparado los sueldos por la captación de empresas extranjeras para trabajar en remoto.

Otro escollo, según el empresario, es que "hacen falta en Murcia fondos de inversión de mayor tamaño, que apuesten en fasess tempranas del proyecto y permitan desarrollar retos exigentes y disruptivos". Cree que "la pandemia ha complicado el mercado de capital para las pymes". Cuentan a favor con la marca diferenciadora que recibieron en 2020 como Empresa Innovadora de Base Tecnológica (EIBT), que ya tienen 51 firmas murcianas.

El investigador belga cree necesario fomentar la cultura del emprendimiento en la Región e incentivarlo desde las universidades y los centros de formación.

TE INTERESARÁ SABER MÁS SOBRE...

- LA MARCA EIBT, que otorgan los centros europeos de empresas e innovación a través de ANCES, la asociación nacional de CEEI españoles. El sello se convierte en un elemento diferenciador ante agentes inversores, instituciones que aportan ayudas o posibles socios.