Solo en películas de ciencia ficción el individuo del siglo XXI ha podido ver, de momento, cerrarse heridas por generación espontánea. La empresa Cementos Cruz, que fabrica desde hace 18 años cementos de calidad en su planta de Abanilla, imaginó esa capacidad cicatrizante en los edificios. Con ayuda del INFO, desarrolla un proyecto de fabricación de hormigones autoreparables, que generan un 'cosido' espontáneo en el caso de que se produzca una fisura. 

Esta propiedad de incalculable valor en un material para construir viviendas, surge en una Región que conoce los estragos de un temblor de tierras, por lo que el primer dividendo que permite pensar el proyecto de investigación de Cementos Cruz es el ahorro de elevados costes de mantenimiento y reconstrucción de edificios, por no citar el impacto en la vida de las personas. El impulso innovador de la empresa ha hecho posible "el esfuerzo que reduce esfuerzos", como definía Ortega y Gasset las ventajas de la técnica.

La otra evidente ventaja señala el mandato universal de reducir el impacto ambiental de la actividad constructora y, por tanto, la relación del poblador con el hábitat. La decisión de diferenciarse por medio de la investigación, tuvo su primer paso en el Servicio de Sistematización de la Innovación del INFO, programa cofinanciado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional. Con un diagnóstico de innovación en la mano, la empresa hizo frente a un plan de acción para situarse a la altura del reto.

Como respuesta a las necesidades de un sector en evolución, Cementos Cruz ha apostado por la I+D+i para aprovechar las ventajas del uso de materiales reciclados y de nanomateriales, como el ultraligero grafeno. Su participación en proyectos europeos le abre las puertas de nuevos mercados que reclaman soluciones innovadoras y respetuosas con el entorno.

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